X Edición

Un rodaje de mentira

Lucy Walker, 14 años

                Colegio IALE (Valencia)  

Este fin de semana vinieron a mi centro de equitación un equipo de cámaras. Querían grabar unas imágenes destinadas a un documental. En concreto, deseaban mostrar cómo es mi rutina diaria con el caballo y cómo me preparo para formar parte en una competición. Durante la grabación me di cuenta de los turcos que utiliza el documental perfecto.

A pesar de que tenían previsto filmar cómo aseo a mi caballo, antes de comenzar a grabar me pidieron que lo limpiara, para que el animal saliera más bonito en la película. Con lo cual, el proceso de aseo que aparecerá plasmado en las pantallas no será real.

Las escenas fueron tomadas numerosas veces desde distintos ángulos. Cuando nos grabaron entrenando en la pista, tuve que repetir los ejercicios muchas veces para que pudiesen después escoger la mejor toma. Dado que los caballos son mucho más bellos cuando aparentan estar atentos, detrás de las cámaras había una persona moviendo una bandera amarilla para que el mío apareciera más expresivo.

Más adelante procedimos a las fotos de estudio, que necesitaron la presencia de diez personas trabajando para poder sacar la imagen ideal. Como las fotografías son en movimiento, tuve que repetirlas incontables veces, pues era necesario que saliésemos centrados en la imagen, que el caballo tuviese una expresión correcta y elegante, al igual que yo.

Por lo tanto, he llegado a la conclusión de que vemos muchas cosas en la televisión que no muestran realmente cómo son.