X Edición
Curso 2013 - 2014
Una de espías
Miguel Ángel Villalba, 15 años
Colegio Mulhacén (Granada)
Eran las cinco de la tarde. Andrés esperaba en el Café Gijón la llegada de aquella misteriosa persona que, horas antes, había llamado a su teléfono para avisarle de que su vida corría peligro.
Andrés era empleado de Kinetic Enterprises. Acababa de descubrir que su empresa estaba preparando una operación de espionaje a los clientes que habían adquirido su programa informático Tellnet Cop, antivirus líder en ventas. Querían acceder a información personal de sus clientes (cuentas bancarias, claves de acceso, etc.) y vender dicha información a una mafia de Europa del Este, y así solucionar los problemas financieros que sufrían desde hacía un par de años.
Por error, un correo electrónico comprometido llegó a la bandeja de entrada de Andrés. En él estaban los pormenores de la operación. Andrés, sin saber qué hacer, recurrió a Benito, su compañero de despacho. Benito le dijo que no se preocupara, que probablemente aquello era una broma, pero Andrés no se conformó con esa contestación. A pesar de jugarse su empleo, decidió poner en conocimiento de las autoridades la fechoría, y así se lo dijo a Benito.
Horas después Andrés recibió la llamada misteriosa. Le alertaba de que estuviera a las cinco de aquella misma tarde en el Café Gijón de Logroño.
Pasados cinco minutos de las cinco, entró en el local Luis Alfonso Ferrer, director de Kinetic Enterprises. Se sentó en la mesa de Andrés y le dirigió las siguientes palabras:
-Andrés, llevo tiempo pensando en ascenderte. Creo que jugarías un gran papel como director financiero de la empresa. Sabes que, por naturaleza, soy un hombre desconfiado, pues tengo por costumbre someter a mis empleados a pruebas con las que comprobar su rectitud –dio un sorbo a su taza de café-. He decidido que tu prueba tenga que ver con el espionaje. Por eso el email que recibiste. Y por eso tu magnífica reacción. Quedas, por tanto, nombrado Director Financiero de Kinetic Enterprises, Enhorabuena.