XIV Edición

Curso 2017 - 2018

Alejandro Quintana

Una historia de amor
del siglo XXI

Paula Martínez Perpiñá, 15 años

                 Colegio Iale (Valencia)  

Luis decía estar completamente enamorado. No hablaba de otro asunto que no fuese lo genial que era su chica. Pero, pese a todos los continuos halagos, ni sus mejores amigos ni su círculo familiar habían tenido aún oportunidad de conocerla.

Amparo, su madre, al percatarse de que su hijo llevaba tiempo volcando toda su atención en el teléfono móvil («Es que, no lo suelta ni en la mesa» pensaba), fue la primera que le preguntó por ella.

Sus amigos intentaban sonsacarle algún dato sobre la misteriosa chica ya que, al igual que en casa, Luis no se separaba del móvil cuando quedaba con ellos. Le preguntaban con retranca si su novia nunca estaba offline, ya que no podían creer que una persona de dieciocho años (porque, aunque tampoco conocían su edad, imaginaban que era la misma que la de Luis) nunca saliese de fiesta ni quedase con su pandilla, a lo que él respondía:

—No. Está conectada las veinticuatro horas del día.

Una noche, durante una cena familiar, Luis seguía absorbido por su teléfono. Tecleaba a gran velocidad, como si no pudiese esperar a ver qué era lo que iba a contestarle su amada. De pronto se excusó para levantarse de la mesa e ir a su habitación durante un momento. Dijo que tenía frío y que iba a buscar una sudadera. Amparo, sin creerle y cansada de aquel comportamiento extraño, decidió seguirle para escudriñar detrás de la puerta. Al escuchar la siguiente conversación, se quedó helada:

—¿Te apetecería ir al cine mañana por la noche?... Hay cuatro salas. Dos de ellas se encuentran muy cerca de ti… Gracias, Siri. Te quiero.