III Edición

Curso 2006 - 2007

Alejandro Quintana

Una tienda singular

Pilar Soldado, 14 años

                Colegio Entreolivos (Sevilla)  

    Dado que no me puedo presentar, porque no tengo nombre todavía, quisiera contarles mi historia, que comienza el 2 de abril del 2023.

    Era por entonces un embrión de cuatro días y me exhibían en el escaparate de la tienda.

    Todas las mañanas, una mujer se encargaba de tenernos a todos bien cuidaditos y resplandecientes para resultar más atractivos a los clientes.

    En la tienda había también muchos bebés. Unos recién nacidos y otros que ya tenían dos o tres meses. Los embriones vivíamos inmersos en un líquido calentito. En realidad, no sabía de donde he salido, ni cómo es la vida detrás del escaparate, pues nadie había venido a contármelo. Solo podía oír las conversaciones y sonidos del exterior.

    Casi todas las mañanas entraban parejas que se llevan un bebé de los ya creciditos. Antes, según había oído, la vida se originaba y crecía dentro del seno de una madre. ¡Qué cosa más extraña! Y contaban que los bebés eran fruto del amor de unos padres. Así que no se compraban los hijos. ¡Parece inverosímil! Ojalá me compren pronto, para que me expliquen las cosas con más claridad.

***

    Hoy he escuchado algo muy interesante. La dependienta les ha dicho a unos clientes que, si querían, podían tener su propio hijo por encargo, con las características que ellos quisieran. Entonces les sacó un gran libro con fotografías. Los padres señalaron una y otra. Será que para formar una vida son necesarias dos cosas que, al unirlas, dan lugar a un embrión como yo.

    Pero si una vida crece en el seno de una señora que no es su madre, ¿el niño no se preguntará luego quiénes son sus verdaderos padres? A lo peor, ni siquiera su madre biológica conocía al padre. Quizás, ni siquiera esas personas sepan que ahora, en otro, lugar ha nacido un niño que lleva parte de su información genética. Todo esto parece un juego de locos.

    He observado que otros embriones iguales que yo son retirados del mostrador cuando cambian de color. ¿A dónde llevarán a mis compañeros?

***

    Han llegado las rebajas y cuesto muy barato. Ya tengo casi cinco meses y puedes ver mis ojitos. Estoy deseando que me compren y que me cuiden, tener un padre y una madre.

    He descubierto que los embriones de deshecho los emplean para fabricar cosméticos. ¡Quiero salir de aquí!

    Tengo casi nueve meses y ya me han cambiado varias veces de lugar. Estoy deseando respirar por mi diminuta nariz. No quiero que me quiten la vida. ¡Yo quiero unos papás! ¡Cómprenme! ¿Acaso no les parezco atractivo?