XVII Edición

Vencer la ignorancia 

Maryann Lucero Melendrez, 16 años

Colegio Nuestra Señora del Pilar (Arequipa, Perú)

Las elecciones en mi país son el tema del momento. A lo largo de los años, la población peruana ha experimentado un constante ajetreo político a la hora de elegir a su presidente. No obstante, esta problemática no solo es propia de Perú, sino de muchos otros países del mundo, quizá por nuestro mal conocimiento de la Historia, que nos lleva a cometer los mismos errores que lastraron a nuestras naciones, para arrepentirnos y… continuar con este bucle de ignorancia. 

No conocer la Historia de uno, la Historia de nuestro país, nos lleva a no saber elegir por no poder manejar con soltura términos como “comunismo”, “capitalismo”, “terrorismo”, etc. Así ocurrió en el Debate técnico, donde me di cuenta de que una parte abrumadora de nuestro país desconoce nuestro pasado. Revoluciones, revueltas y crímenes han marcado el devenir de Perú y resulta imprescindible, incluso para nosotros, los jóvenes, dominar todo aquello que ocurrió.

Vivimos en un mundo globalizado que tiene una herramienta que antes no existía: internet. En lugar de perder el tiempo en el youtuber que está en una u otra polémica, los adolescentes deberíamos explorar los planes de gobierno, las propuestas de los candidatos y sus antecedentes judiciales, en el caso de que los tuvieran, para que la decisión que tomemos como ciudadanos sea siempre la más acertada. 

Un dispositivo móvil, computadora, tablet… bien utilizados, nos ofrecen vehículos de información valiosos, ya que nos permite acceder a numerosas páginas web que analizan la Historia, a ilustrativos artículos firmados por periodistas, economistas, sociólogos… A medida que vayamos leyéndolos, además, desarrollaremos un ojo crítico con el que valorar las fuentes, con el fin de evitar sesgos ideológicos e información errónea. 

Internet, lejos de tener el único propósito de entretener, nos brinda las información necesaria para salir de ese bucle de ignorancia, facilitando que podamos tomar la decisión correcta ante un proceso electoral, de manera que las malas experiencias en la política nunca más se repitan.