XX Edición
Curso 2023 - 2024
A veces
Ana María Gil Cózar, 16 años
Colegio Vilavella (Valencia)
A veces me da la sensación de que el mundo está en mi contra, de que la vida no quiere sonreírme, de que a nadie le importa cómo estoy, si estoy logrando mis metas, si estoy contenta con lo que hago... Entonces me parece que las cosas buenas se han repartido de forma desproporcionada, pues algunas personas tienen todo aquello que, a veces, pienso que se me ha quitado a mí.
En ocasiones me llega un “subidón” mientras escucho una canción, que me hace pensar en que la vida es maravillosa. Aprovecho el momento para preguntarme por qué me quejo tantas veces si todo tiene solución, y, por unos instantes, me da la sensación de que por fin he encontrado el norte, de que todas las dudas van a resolverse, de que el sol seguirá saliendo todos los días, de que se me revelarán todas las respuestas que necesito tener. Pero cuando pienso que todo está resuelto, vuelvo a caer en un pozo sin fondo, y de nuevo me convenzo de que las cosas buenas no son para mí, que si tuviera esto y lo otro, tal vez, mi realidad sería distinta, que si fuera no sé quién o si viviera en no sé dónde entonces sí que podría ser feliz.
Algunos tendrán el descaro de advertirme que lo que me ocurre se debe a mi edad, pero sé que no es así. Tengo esa certeza porque me conozco y sé que, aunque no me hayan tocado unas cosas en la vida, me han tocado otras tantas que son todavía mejores. De hecho, a todos se nos ha dado lo que se nos tiene que dar.
Es posible que a veces vuelva la incertidumbre y otras veces el “subidón”. Lo que sí es real es que todo tiene solución. Me ha tocado la lotería con la vida que tengo: una familia maravillosa, una fe que me sostiene, un colegio en donde me aprecian e incontables personas con las que me voy encontrando a lo largo del camino y que aportan luz a mi día.
No siempre estaré segura de haber escogido la mejor opción; no siempre estaré satisfecha con mis elecciones. Sin embargo, aunque me equivoque, todo seguirá perfectamente. Aunque el sol a veces no sale, por lo menos se me regala un día más. Y si el sol no sale hoy, saldrá mañana y, si no, pasado mañana... Y si el sol dejara de salir de ahora en adelante, encenderé una luz. Será que no necesito lo que en tantas ocasiones me frustra por no tenerlo. Si no se me ha dado es porque no lo necesito.
Así que aunque a veces piense que el mundo está en mi contra, que la vida no quiere sonreírme, que a nadie le importa cómo estoy, si estoy logrando mis metas, si vivo contenta con lo que hago, y me dé la sensación de que todo lo bueno se ha repartido de forma injusta, dándoles a algunas personas todo lo que creo que se me ha quitado a mí, sé que eso pasa solo a veces, y que esas “a veces” no tienen importancia.