XVI Edición

Curso 2019 - 2020

Alejandro Quintana

Azul, rosa y escarlata 

Diana Latorre, 16 años

Colegio Sierra Blanca (Málaga)

La tristeza es azul. Pero no de un azul claro o relajante, sino oscuro y profundo, aquel que la envolvía en su desesperación. Un azul como el del mar en una noche de tor-menta. 

Trataba de nadar hacia la superficie, pero las olas se lo impedían, pues rompían so-bre su cabeza, empujándola hacia el abismo. La imposibilidad de emerger le sumía en una tristeza azul, de un azul cambiante. Tan azul como la arena mojada de la orilla, cuando reflejaba el cielo. Tan azul como su doble tic. 

Le dolía ese doble tic, pues era afilado como una espada que le atravesaba el cora-zón. Quizás estaba demasiado ocupado para responderle o, quizás… estaba con otra. Lo sabía… sabía que le iba a traicionar. Lo supo desde el primer día.

(Escribiendo...)

Pegó un brinco en la silla. ¡Le estaba respondiedo! 

¡Qué feliz se sentía! Era una felicidad rosa. Rosa como las flores que abrazaban su corazón. Nunca había dudado de él. Estaba segura de que le amaba y de que nunca la iba a ignorar, al menos a propósito. 

¿Qué palabras de amor le estaría redactando?

-¿Por qué me escribes por WhatsApp si estás en la habitación de al lado?

Escarlata. La ira era de un rojo escarlata.