VII Edición

Cambio de vida

Natalia Vilá, 14 años

                  Colegio La Vall (Bellaterra)  

Mi madre me cuenta muchas veces, que cuando yo tenía apenas dos años le pasó algo que le cambio la vida. Una mañana se despertó y noto algo verdaderamente extraño en su pierna izquierda: no podía moverla. Inmediatamente mi padre llamó a una ambulancia, que la llevo al hospital.

Cuando el medico le examino la pierna, le dijo que tenia un lesión medular y le informo que nunca más volvería a andar. Paso un año, aproximadamente, ingresada, hasta que por fin volvió a casa.

Admiro la fuerza de voluntad que tuvo y el esfuerzo que hizo al intentar caminar. Sorprendió a toda la familia. Con todo nuestro amor y su fuerza de voluntad, logro volver a caminar, aunque con la ayuda de unas muletas. No sentía dolor en las piernas.

Ocho años después, sufrió una caída. Cuando la llevaron al medico, no le encontraron nada grave, pero ella notaba que se había hecho daño por los fuertes espasmos que tenia en la pierna, así que fue a nueve médicos distintos, pero ninguno de ellos le encontró nada en especial, hasta que el noveno medico le realizó una placa en la que vieron que se había roto el fémur. Le tuvieron que operar para colocarle una prótesis.

Unos meses después notó que tenía la pierna izquierda más elevada que la otra, así que volvió a acudir en el medico. En la operación no le habían puesto bien la prótesis, así que volvieron a intervenirle. Desde entonces, no ha tenido ningún otro problema en la pierna.

Hace doce años que mi madre padece esa lesión medular, pero hace las mismas cosas que cualquier otra persona, aunque con ayuda. La admiro por su fuerza de voluntad para afrontar los retos que le ha ido planteando la vida.