VIII Edición

Cambios

Álvaro Loscertales, 16 años

                 Colegio Tabladilla (Sevilla)  

Ahora parece que en el ámbito económico, era preciso que los viejos cimientos y las estructuras tradicionales cayeran para poder construir otros mejores y distintos. Una de las razones por las que muchas empresas funcionan mal en tiempos de crisis, es porque no están dispuestas a cambiar. Esconden la cabeza ante las adversidades mientras esperan que todo vuelva a ser como antes. No se dan cuenta de que lo anterior ha desaparecido.

Es verdad, nos encontramos en un periodo confuso sobre el que llueven las críticas, como en todo cambio profundo, tiempo de purificación y transición entre el derribo de las viejas estructuras y la construcción de otras nuevas. Nos está tocando vivir una época estresante e incierta.

Prefiero contarlo haciendo uso de una metáfora: cuando un profesor enseña técnicas nuevas a unos esquiadores acostumbrados a viejos patrones deportivos, estos esquían peor, pero solo durante un breve periodo de tiempo. Al principio parece que los cambios no funcionan, porque lo que se necesita es una dosis de paciencia.

Desconocemos la duración de esta crisis, pero sabemos ya que este es el camino de los cambios, en el que la austeridad es lo correcto.