XI Edición

Dar para recibir

Paloma Cañizares, 15 años

                Colegio Tierrallana (Huelva)  

Hace unos meses una profesora nos propuso que le acompañásemos a echar una mano en un comedor social. Al principio no estaba muy animada, pues se trataba de empeñar unas horas de los sábados, pero mi madre me insistió; me dijo que sería una experiencia enriquecedora, de esas que te enseñan lo verdaderamente importante de la vida. Consiguió convencerme y decidí, junto con algunas de mis compañeras, acudir.

El primer sábado me sentí perdida, al igual que todas las demás. Me impactó encontrarnos con tanta gente necesitada; me costaba creer que pudiesen comer de la caridad día tras día. Pero a medida que pasaba el tiempo, cada sonrisa por parte de los comensales hacía que aumentaran mis ganas de volver.

Con el paso de las semanas fuimos aprendiendo sus nombres. Y ellos y ellas, los nuestros. Incluso me saludan si me los encuentro por la calle y algunos bromean conmigo.

Esta experiencia, que aún no ha terminado, me ha hecho ver que buscamos la felicidad en donde no está, porque se esconde en los demás. Es dar sin esperar nada a cambio, aunque es imposible no recibir una honda satisfacción.