VII Edición
Curso 2010 - 2011
El escritor del olvido
Regla Álvarez Arévalo, 15 años
Colegio Entreolivos (Sevilla)
Dos años, ocho meses y seis días. Era el tiempo que le había llevado terminar la que consideraba obra magna de su vida. Y eso que nunca se había interesado demasiado por la literatura, ya que, digamos, era un hombre de ciencias.
Sin embargo, casi tres años antes todo cambió para él. No es que hubiera pasado de ser un Albert Einstein a un Rousseau, pero su vida dio un vuelco. Veía las cosas de otra manera, como nunca las había visto hasta entonces. Empezaron a brotar en su interior inquietudes existenciales y deseos de mostrarse al mundo para que nunca quedara en el olvido.
Esta transformación comenzó el 8 de mayo de 2008, cuando su médico de cabecera, el doctor de Miguel le diagnostico alzhéimer.
-¿Cuánto tiempo me queda?
-Bueno, eso varía de un paciente a otro, pero no se preocupe; hoy en día hay buenas técnicas para alargar la vida de los pacientes sin que padezcan mucho sufrimiento.
-No, gracias. El tiempo que me queda deseo pasarlo con los míos y feliz.
Fue entonces cuando empezó a escribir su autobiografía. A pesar de hacerlo para mejorar su memoria y así defenderse de la enfermedad, también pretendía que sus familiares no lo olvidaran y conocieran realmente quién había sido.
Cuando terminó el libro, no tenía previsto mandarla a ninguna editorial, ya que toda su vida, sus sueños, sus metas y sus errores quedarían expuestos ante un público que ni siquiera conocía. Pero en su interior una fuerza le impulsó a compartir el mundo de un hombre cuya materia gris se apaga, y así lo hizo.
El día que firmó el contrato para la publicación de la obra, se encontraba junto a su esposa. Al abandonar la editorial, decidieron dar un paseo por el centro de la ciudad. Comenzaron a pasear, mirando los escaparates de las tiendas. De pronto se detuvo y contempló su reflejo en el cristal. No pudo más que echarse a llorar: no sabía a quién pertenecía la fisonomía de aquel hombre.