XX Edición

El vencido 

Ignacio Sánchez Albert, 16 años

Colegio Stella Maris La Gavia (Madrid)

Él lo intentaba desesperadamente, una y otra vez. 

Aunque no dejaba de darle vueltas, no se le ocurría nada, pero no estaba dispuesto a rendirse; él no era el tipo de persona que lo hacía. Por eso pasó las horas intentándolo. No comía, no bebía, no dormía… solo pensaba en cómo resolverlo. Pero no hallaba la forma de lograrlo. Tenía claro que no se encontraba inspirado, y se iba a obligar a estarlo.

El sueño y el hambre le causaban un efecto insano, así que decidió comer algo y, acto seguido, echarse una siesta. Cuando se despertó, había olvidado la ardua tarea que le había causado tantas molestias y siguió su descansada vida como si nada. 

Fue ingenuamente feliz durante tres días. Al final del tercero volvió a recordar que tenía que acabar el trabajo inconcluso.

Tener que hacerlo le incordiaba más que cualquier otra cosa, ya que no tenía ni la menor idea de cómo empezar. Pero como no era una de esas personas que se dejan las cosas a medias, se puso a ello.

Y volvió a dejar de comer, de beber, de dormir, centrado exclusivamente en acabar aquella tarea. Esta vez le venció un agotamiento infinitamente mayor, que le hizo llorar de desesperación.

Cuando pensó que iba a renunciar, de repente vio un chispazo. Contempló aquella luz por cada uno de sus lados, tomó una hoja en blanco, un bolígrafo… y empezó a escribir su relato.