XX Edición

Curso 2023 - 2024

Alejandro Quintana

Esto no es una broma 

Carmen Martínez Bayarri, 14 años

Colegio de Fomento Vilavella (Valencia)

Notó unas pequeñas vibraciones en el bolsillo del pantalón. Era su teléfono móvil. Sin ninguna preocupación, lo descolgó.

–¿Diga? 

Pasaron unos segundos de silencio.

–¿Quién es? –insistió.

De pronto escuchó unos susurros de fondo. Se lo alejó de la oreja para consultar la pantalla y, cómo se imaginaba, vio que se trataba de un número oculto. Enseguida escuchó un hilo de voz a través del dispositivo:

–¿Hablo con Carla? –era un hombre con un tono ronco–. Le llamó para comunicarle que no puede volver a su casa.

A la mujer le invadió una sensación extraña. Por una parte, consideró que se trataba de una broma, como cuando varios niños se ponen de acuerdo para marcar un número telefónico al buen tuntún con el propósito de echarse unas risas ante la reacción de la persona desconocida. Pero, por otra parte, se dio cuenta de que necesitaba alguna explicación. Así que, con cierta inseguridad, le preguntó:

–Y eso, ¿a qué se debe? 

– Su padre ha recibido una amenaza de muerte –respondió–. La próxima será usted. 

–Me está tomando el pelo –dijo con un tono burlón. 

–No señora.

–Pero, ¿de qué va esto?

Durante unos segundos se quedaron en silencio hasta que la voz desconocida volvió a hablar:

–¿Podría decirme cómo se siente ahora mismo? Analice cómo se siente en este instante. ¿No le recuerda a momentos similares, en los que fue usted la responsable de dichas burlas? Mi único interés en nuestra llamada era hacerle ver las consecuencias que conllevan sus retorcidas intenciones.

–Lo siento... –le respondió compungida–. Y permítame que le dé las gracias por hacerme ver que no debo jugar con los sentimientos de los demás.