IV Edición

Curso 2007 - 2008

Alejandro Quintana

Falsas imágenes para falsas esperanzas

Carmina Alvarez Llanes, 17 años

                 Colegio Aura (Tarragona)  

Me intriga por qué los anuncios de comida dietética siempre tienen como protagonistas a mujeres delgadas. De ésas, además, que son delgadas porque nacieron así y no por llevar veinte años comiendo ensaladas y pescados a la plancha.

Hablándolo con un par de amigas, discutimos tres argumentos. Nuestra primera conclusión fue que lo hacían para que la gente no tan delgada sintiera la necesidad de estar como ellas, lo cual es prácticamente imposible. La segunda, que las actrices son así de flacas porque se supone que tomando dicho producto logran mantenerse en el peso ideal. Por último, que las de los anuncios no representan a una mujer real sino partes de varias mujeres reales en una.

¿Por qué damos tanta importancia al prototipo de mujer que vende la televisión? ¿Por qué todos queremos ser “perfectos”? Realmente, intentar asumir una falsa imagen es desperdiciar la vida.

Descubrí la campaña de Dove, cuyo lema es “la belleza real”, y me di cuenta de que aunque las mujeres extremadamente delgadas marcaron un hito, si la televisión nos cuenta que esa idea de perfección es falsa, muchas llegaremos a identificarnos con las modelos de Dove. Poco a poco, presiento, se está empezando a cambiar de prototipos. Quizás la televisión está volviendo a los valores de antaño, esos que buscan a la persona completa. Y a decir verdad, es lo que se necesita para formar correctamente a las siguientes generaciones.