IV Edición

Iuventus

Lorena Linero, 16 años

                  Colegio Pineda (Barcelona)  

Tengo la sensación de que la mayoría de jóvenes gastan su tiempo libre en fiestas, diversión y ocio. De alguna manera, su máxima aspiración en la vida es pasárselo bien, cuanto más mejor. Sentirse como el ganador de un concurso televisivo.

La juventud es una preciosa etapa para disfrutar, sin duda. Además, empiezas a madurar y a poner en pie tus inquietudes, a forjar tu personalidad y ponerte a luchar por aquellos que juzgas que vale la pena. Pero todo esto conlleva trabajo, esfuerzo, constancia..., e implica no dejarse llevar por el capricho de las masas. No ser un pez más en el mar no es tarea fácil, pero tampoco resulta imposible. Es imprescindible detenerse a pensar, por lo menos una vez al día, para ver qué podrías haber hecho mejor o si alguien cercano necesita ayuda.

La vida moderna provoca un continuo estrés que impide analizar las cosas más importantes de la vida. Muchos jóvenes nunca se han planteado horizontes, esas metas se plantean a partir de la adolescencia. El joven debe buscar y defender sus ideales y llenarse de ganas para luchar.

Me gustaría que los jóvenes nos uniéramos para reivindicar una buena causa para cambiar lo injusto del mundo.