VII Edición
Curso 2010 - 2011
Jornada Mundial
de la Juventud
Álvaro López Soto, 17 años
Colegio Tabladilla (Sevilla)
Falta mes y medio para que el Santo Padre venga a nuestro país, en un momento en el que su testimonio es más necesario que nunca, ya que es la única persona del mundo capaz de alentar a pueblos enteros con su presencia.
Es más que probable que algunos intenten hacer de este encuentro de fe para millones de jóvenes, un motivo para crear discordia y dejar en mal lugar a los cristianos y, sobre todo, al papa.
Para mí, el momento más especial de las Jornadas será el día dedicado a la confesión, en el que miles de sacerdotes repartidos por todo el parque del Retiro se dedicaran a impartir este sacramento a todo aquel que lo desee, para así poder participar con el alma limpia en la Vigilia del sábado y en la misa del Domingo, en que las que todos los habitantes del planeta tienen cabida, sean creyentes o no, cristianos o miembros de otras confesiones. En el fondo, cabe todo aquel al que le inspire curiosidad ver si realmente hay gente que todavía cree.
Hace unos días asistí un funeral. Pude ver en la cara de los hijos del fallecido cómo es de necesario vivir con fe, pues indica que no se acaba todo en la muerte sino que hay algo más después de esta vida.
Benedicto XVI es el sucesor de uno de los mayores santos de la Historia. Él, con su humildad y su trabajo sin ruido está haciendo una labor importantísima. Me impresiona su capacidad con la edad que tiene. Nunca le hemos oído una queja, tal vez por que es consciente de que el tiene que dar ejemplo a todos los hombres.
Se prevé que a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid, acudan dos millones de jóvenes llegados de todos los lugares del mundo. Las ceremonias con el papa en el aeródromo de Cuatro Vientos deben levantar un telón que muestre el camino de cambio para tantas miserias que azotan nuestro país.