XI Edición

Junio volverá

Marta Tudela, 15 años

                  Colegio Sierra Blanca (Málaga)  

Playa, helados, calor… son sinónimos de verano, pero también de viaje, el gran viaje familiar del año. Todos conocemos la sensación que produce salir de casa al alba para sentir la fresca brisa de las mañanas estivales. Así como la de reunir tus prendas favoritas en la maleta y arrastrarla hacia el coche, con la sensación de que partes hacia otro mundo. Y tal vez sea verdad: te diriges a otro mundo (aunque solo lo sea para ti), que en realidad es la casa de tus abuelos en algún pueblo.

Todos sentimos gran emoción al partir, felices de cambiar por unas semanas la rutina diaria por experiencias mucho más divertidas, diferentes. Es mágico, aunque nos desconsuela saber que todo acabará en un futuro inmediato. Pero es el momento de disfrutar del presente (¡carpe diem!), no dejar que el hecho de que esta aventura llegará a su fin nos entristezca.

Al final volvemos a nuestro domicilio con mil cosas que contar, que regalar. Abrazos por aquí y por allá, rostros felices por el reencuentro…

Toca retomar las clases junto a nuestros compañeros. El olor de los libros nuevos y la compra de los uniformes conforman nuestro mundo en septiembre. En solo dos días vemos lejano el instante en el que terminó nuestra odisea veraniega. Comenzamos a centrarnos en las asignaturas, en los nuevos profesores, dejando atrás la felicidad de agosto.

Cuanto más lejos queda el último verano más cerca está el siguiente. Aunque parezca imposible, el viajero junio volverá.