XIII Edición
Curso 2016 - 2017
La frase
Marta Zamora , 14 años
Colegio Puertapalma (Badajoz)
Conocía a los integrantes de aquella clase desde hacía años; sabía que la mayoría de los alumnos se sentían poco interesados por su asignatura. Cumplían con el mínimo exigido, pero no iban más allá. Aun así, él seguía poniéndoles ejercicios como aquel, para darles la oportunidad de expresarse.
Los que más le preocupaban no eran aquellos que se esforzaban poco; ni los que, por perezosos, le daban excusas torpes sobre lo imposible que les había resultado escribir un mínimo de cinco líneas… Le preocupaban los que, por vergüenza a lo que los demás pudieran pensar, por miedo a que les rechazaran, decidían pasar desapercibidos para que nadie supiera lo bien que escribían.
Al final de la clase los que aún no habían entregado sus trabajos dejaron la redacción sobre la mesa del profesor. Solía ofrecerles un día de margen y ellos ya contaban con esa posibilidad…
Poco después, a la hora del patio, le llegaba el bullicio de los muchachos a través de la ventana entreabierta. Estimó que no debería tardar mucho en corregir lo que acababan de entregarle; cuando iba por la mitad se levantó algo de viento, haciendo que las hojas se desperdigaran por el aula. Mientras las recogía, se fijó en uno de los papeles: contenía una sola línea. Probablemente, ese muchacho pensaba que el profesor iba a dar por buenas apenas una decena de palabras... Estaba seguro de que las habría garabateado en el último momento, a toda prisa. ¿Qué podría contarse sobre el futuro en una sola frase?
Se sentó con la hoja entre las manos. En cuanto la leyó supo quién era el autor, ya que su caligrafía le delataba. Lo que escondía su frase, también:
«En el futuro seré como quiera ser».
En cualquier otro caso, habría pensado que se trataba de una broma, de una tomadura de pelo… Pero dicha por aquel alumno, la cosa cambiaba. En realidad, era una buena redacción. Porque aquel alumno tenía la fuerza suficiente para convertir su sueño en realidad.