XVIII Edición

Curso 2021 - 2022

Alejandro Quintana

La luz 

Isabel Sepulcre, 17 años

Colegio Altozano (Alicante)

Vivo en la ciudad de Alicante, que como al resto de poblaciones del levante español se caracteriza por la intensidad de su luz. Atraídos por los rayos del sol, que aquí parecen pintar las formas con una precisión especial, muchos pintores se han inspirado en los paisajes de la costa y del interior para realizar sus obras.

Soy muy afortunada por poder contemplar con tanta frecuencia el juego de luces y sombras que nos regala nuestro cielo límpido, por disfrutar de los ocasos que también nos concede el sol cuando se marcha. A veces doy por hecho que todos los seres humanos son partícipes de mi suerte, pero en realidad no es así: la mayor parte del mapa de Europa está acostumbrado a las nubes, a la bruma, a la niebla, a la lluvia y al frío. Y en muchos lugares de América del Norte y de América del Sur sucede lo mismo. Pero no en Alicante, donde la vitamina solar nos empuja a vivir con optimismo y a disfrutar de sus amaneceres y atardeceres, que se tiñen con toda la gama de las tonalidades cálidas.

Vivir amparados por el sol nos da muchísimas ventajas: poder pasear, encontrarnos con gente, divertirnos sin necesidad de escondernos bajo techo. En Alicante, además, sumamos la compañía del mar.  

La luz hace de Alicante una ciudad singular y única. Pero hay otra luz, más importante, que se debe de buscar en el interior de cada persona para, con ella, contagiar luminosidad y calor a los demás.