XVIII Edición
Curso 2021 - 2022
La mejor opción
Ainhoa Martínez Estrada, 17 años
Colegio IALE (Valencia)
Así se presentó la situación: era domingo por la noche y el martes siguiente tenía un examen de valenciano. Consideré que mi cabeza no daba para más, que estaba demasiado cansada de tanto estudiar, así que tomé una decisión equivocada: <<Voy a copiar en el examen>>, me dije.
Tenía que planear cómo hacerlo, así que decidí hablar con una amiga y pedirle ayuda. Se le ocurrió lo siguiente: ella me dictaría las reglas de fonosintaxi y vocalisme a través de un AirPod, para que yo las copiara. Pensé que mediante esa estrategia, todo iría sobre ruedas.
Llegó el martes y a la hora prevista me conecté con mi amiga. Ella, según teníamos decidido, me comenzó a dictar, pero antes de que terminara de copiar sus palabras, cuando iba a ponerme con otras preguntas para las que no necesitaba su ayuda, la profesora me sacó el teléfono del bolsillo. Nerviosa, le dije lo primero que se me vino a la mente: <<Estoy escuchando música>>. No se lo creyó, puesto que la llamada seguía en curso y en la pantalla del móvil aparecía que llevaba más de una hora de conexión.
No pensé en llorar, en entristecerme ni en la charla que me mi tutor me daría después. Sabía las consecuencias que conlleva que te descubran copiando. Eso sí, me dolía pensar que por culpa de aquel error, mi profesor y mis padres me iban a ver con otros ojos. No me gusta decepcionar a las personas que quiero. Que el profesor de Valenciano no volviese a considerarme como la alumna trabajadora que soy, me afectó. Sin embargo, no me mostró su enfado ni decepción, por lo que supe que iba a brindarme una segunda oportunidad: la de estudiar para demostrarle que puedo alcanzar el nivel de su asignatura sin ningún tipo de trampas.
Mi decisión fue un error, sí. Me pillaron copiando e iré a la recuperación. Pero hay decisiones peores porque no se pueden enmendar, como conducir un coche cuando uno está ebrio, tomar estupefacientes, robar, agredir… Son decisiones equivocadas que pueden hacer que la vida dé un cambio desastroso. Lo que me hace considerar que el camino más fácil nunca es la mejor opción.