VIII Edición

Curso 2011 - 2012

Alejandro Quintana

La violencia no debería
ser un recurso

Irene San José Ibarra, 15 años

                 Colegio Ayalde (Bilbao)  

Los actos violentos los ejecutan ciertas personas para causar un daño físico que en ocasiones puede causar la muerte. A veces me pregunto si es correcto utilizar la fuerza para lograr un fin, incluso un fin beneficioso. Algunos pensarán que sí, pero si el individuo que recibiera la paliza fuera un familiar o un amigo suyo, estoy segura de que cambiarían de opinión

En algunos países se emplea la fuerza bruta para sacar información a los detenidos. Supongamos que el acusado es un asesino. Puede haber personas que piensen que no está mal pegarle, pues lo merece por haber arrebatado la vida a alguien y causar un fuerte dolor a sus seres queridos. Pero, ¿y si resulta que es inocente? Aunque una persona piense que otra es un criminal, no le puede acusar sin pruebas. Si le dan una paliza, tal vez sea tan dolorosa que acabe por inculparse por un crimen que nunca cometió.

Ahora supongamos que hay un acusado que sí es culpable, pero sin pruebas que lo demuestren. En este caso, utilizar la fuerza sería inútil ya que el detenido sabría que lo único que tiene que hacer es aguantar unos golpes antes de quedar libre si no dice nada. Créanme, la mente es más poderosa que el cuerpo y el asesino permanecería callado por mucho que le doliera. Para este tipo de casos, tal vez sería efectiva una guerra psicológica. El acusado, en algún momento, cometería un error que le llevaría a la perdición y no tendría más remedio que confesar.

Hay personas que se dedican a analizar la conducta de los demás. Observan los gestos, las expresiones de la cara, si tienen algún tic, la forma de hablar... Así se pueden conocer muchas cosas sobre los acusados. Incluso, si un detenido es inocente o culpable. Para eso están los interrogatorios, que muestran el modo en el que el sujeto reacciona, hasta el punto de saber si es inocente o no. Si existe una manera alternativa y más apropiada para sacar información a los detenidos, ¿por qué no utilizarla?

Por demás, en los lugares donde se utiliza la fuerza, suele haber cierta desconfianza hacia los agentes de la ley, que no existiría si realizaran un examen psicológico del sospechoso para que confesara.