XI Edición

Los gritos de África

Paco Moreno, 14 años

                 Colegio Iale (Valencia)  

Se van sumando semanas desde que la auxiliar de enfermería, Teresa Romero, primera persona que se contagió de ébola en España, diera el segundo resultado negativo en las pruebas analíticas, indicándonos que nuestro país está libre de tan inquietante enfermedad.

Fue en 1976 cuando se tuvo conocimiento del virus del ébola, en un primer brote en el Oeste de África. Desde entonces, este continente parece que nos grita. Grito que se suma a los del hambre, las guerras, la pobreza…

A veces pienso que los africanos están cansados de suplicar ayuda para solucionar sus problemas. Tal vez por eso, el propio continente nos ha traído uno de ellos, el que más podía asustarnos, de la mano de los misioneros españoles muertos de ébola, de la mano de Teresa, para que entendamos la desolación en la que viven todos los días.

Cada vez que escucho hablar de los problemas de África, de la gente que pierde sus vidas mientras viene a Europa en pateras, siempre en busca de un lugar mejor, algo se mueve en mi corazón. He escuchado los gritos.

Sé que sólo es un primer paso, aunque ahora veo la vida desde otra perspectiva. Cuando voy a protestar por algún problema menor, me detengo, pienso en toda la suerte que tengo, en todas las oportunidades que se me ofrecen y callo, porque sigo oyendo la voz dolorosa de África.