XVI Edición
Curso 2019 - 2020
Manto de estrellas
Diana Latorre, 16 años
Colegio Sierra Blanca (Málaga)
Necesitaba oxígeno; sentía que no podía respirar. Por eso su pecho subía y bajaba con ansia, buscando la más pequeña brizna de aire al tiempo que se sentía mareado, confuso, atrapado en un infinito vacío.
Extendió el brazo, pero no sirvió de nada, pues percibía que su cuerpo flotaba a la deriva, lejos de cualquier esperanza de la que poder cogerse. El corazón le latía salvajemente, al ritmo de su respiración rápida e irregular. Trató de detener el temblor de sus miembros, pero le fue imposible. El terror había invadido cada ápice de su cuerpo, de tal forma que se sentía incapaz de abrir los ojos. Era consciente de que si los abría, el pánico le haría cometer alguna estupidez.
Pero... ¿por qué estaba asustado? Era consciente de que iba a morir, de que su cuerpo no tenía salvación posible.
Desde pequeño le había gustado observar las estrellas. Cuando lo hacía, se sentía a salvo, como si formaran un manto protector que le cubría desde el cielo nocturno.
Su respiración se fue ralentizando. Le cernía la falta de oxígeno.
Por fin abrió los ojos. Le rodeaban las estrellas, que al mismo tiempo le hacían compañía. Ya no tenía miedo. Una lágrima resbaló por su mejilla, empañando levemente el cristal.
El astronauta sonrió por última vez mientras su cuerpo se alejaba de la Tierra y se sumía en un eterno vacío estrellado.