XVI Edición
Curso 2019 - 2020
Nota en Do
María Ros, 17 años
Colegio Senara (Madrid)
<<No va a ser posible...>>.
Aquella frase resonaba en su cabeza. Y lo que en un principio creía que no le iba a afectar, acabó haciéndolo, y eso la llevó a dudar de sí misma, quizás lo peor que podía hacer en aquellos momentos. Porque si ella no confiaba en sus capacidades, ¿quién lo iba a hacer?
Tenía miedo y un lío en la cabeza que era incapaz de deshacer. No sabía cuál era el principio y cuál el final, ni siquiera sabía si había uno, un final, y eso aumentaba su terror. Le asustaba que todo aquello acabara, que lo que había organizado durante tantos años se fuera al garete en cuestión de segundos. Y no quería. Tampoco quería estudiar y dedicarse a otra cosa, aunque pudiera vivir de ella. No podía renunciar a sus sueños.
Si ella había arriesgado, fue para ganar. Pero aquella frase (<<No va a ser posible…>>) le había afectado como ninguna otra realidad.
Estaba pérdida y sola. Pensó en la sentencia que había oído tantas veces: <<mejor sola que mal acompañada>>, y se agarró a ella para seguir adelante. De hecho, le sirvió para darse cuenta de que no estaba sola, de que me tenía y que yo nunca, por ningún motivo, iba a dejarla. Entonces una sonrisa se asomó en su rostro. Me alegró saber que era yo la causante. Eran mis melodías y mis letras las que habían hecho aparecer esa fina curva de felicidad en su boca, esa línea de luna creciente que hacía tiempo nadie veía.