XIII Edición
Curso 2016 - 2017
Oscar 2017
Juan Andrés Coromina, 16 años
Colegio Altair (Sevilla)
El 27 de febrero de 2017 tuvo lugar, en el Dolby Theatre de Los Angeles, la edición número ochenta y nueve de los más prestigiosos premios que se otorgan en el cine: los Óscar. Como de costumbre, acudieron numerosos actores (no solo de Norteamérica sino de todas las partes del mundo) y la gala fue presentada por Jimmy Kimmel, conocido por el show televisivo “Jimmy Kimmel Live!”, al que no le faltó tiempo para empezar a soltar chistes, indirectas divertidas y otras ocurrencias con las que amenizó el espectáculo: el reparto de golosinas y galletas desde pequeños paracaídas que caían del techo del inmenso teatro, el momento en el que se trajo a un grupo de turistas a la ceremonia o el continuo rifirrafe con Matt Damon.
Fue una gala en la que se sucedieron una serie de errores que destruyeron, por un instante, la magia de estos premios, especialmente con la entrega del tarjetón equivocado a la mejor película a Warren Beatty, o con el golpe que recibió la artista que interpretaba una canción de la película de Walt Disney, por culpa de uno de sus bailarines... Tengo claro que será lo que muchos recordemos cuando con el tiempo echemos una mirada a esta edición de los Óscar.
Pero también fue una ceremonia cargada de emociones: la alegría de los ganadores, manifestada varias veces con llantos de felicidad —especialmente el de Emma Stone, Óscar a la mejor actriz por su papel en el musical “La La Land”— y las risas, risas y más risas, que es lo que convierte la industria del cine en algo mágico.
Creo que ninguno de los asistentes salió de la gala sin un sentimiento de alegría, excepto los productores del citado musical. Pero son «cosas del directo», que diría alguno, porque a pesar de los pesares el espectáculo debe continuar…