XIII Edición

Curso 2016 - 2017

Alejandro Quintana

Panorama de futuro 

Paco Moreno, 16 años  

                 Colegio Iale (Valencia)  

Cuando era pequeño y me preguntaban qué quería ser de mayor, siempre respondía sin dudarlo: astronauta.

De niños, la inocencia nos lleva a estar seguros de que las cosas se hacen realidad cuando se desean con suficiente fuerza. Conforme van pasando los años nos damos cuenta —a veces a base de decepciones— de que además del deseo se necesita mucha preparación, un gran esfuerzo, tenacidad y tener un entorno adecuado.

Hace tiempo que dejé de verme como astronauta y cuando alguien me pregunta lo que quiero estudiar después de Bachillerato, no me resulta tan fácil responder.

Tengo claro que me gustaría hacer estudios superiores y hay unas cuantas carreras que me atraen, pero tengo miedo de lo que ocurrirá después. No parece que haya muchas oportunidades para los licenciados, aparte de salir del país. Hay voces que adornan este viaje, diciéndome que es una gran oportunidad para enriquecerme personal y profesionalmente, pero yo no lo veo así. Creo que debe ser duro estar lejos de casa, de la familia y de los amigos, intentando encajar en una sociedad con costumbres muy diferentes. Seguramente llegará el día en que la vida de uno se estabilice, se tengan nuevos amigos y se adapte uno a ese nuevo entorno, pero sin dejar de echar de menos un montón de cosas…

Si yo estuviera en esa situación, si necesitara emigrar y llegara a aclimatarme a otro país, después me daría miedo el regreso. Me resultaría muy duro pensar en volver a hacer la maleta y dejar atrás unos amigos y un país que me brindaron la oportunidad de salir adelante. Por no hablar de la adaptación al llegar a casa, a la que volvería extrañando muchas otras cosas…

De momento, todo ese futuro tendrá que esperar. Supongo que lo primordial ahora es acabar el Bachillerato con el mejor expediente posible, deseando que no haya más cambios de esos que a los políticos les gustan tanto y a los estudiantes tan poco, y confiando en que los viajes —por ahora— sean por placer, para poder disfrutar de otros países y otras culturas, con billete de vuelta a los pocos días.