XI Edición

Curso 2014 - 2015

Alejandro Quintana

Planes de futuro

Sofía Daley, 14 años

                 Colegio Iale (Valencia)  

Desde que somos pequeños, a los adultos les encanta preguntarnos qué profesión nos gustaría tener en el futuro, es decir, cuáles son nuestras metas. Mientras somos adolescentes, esas metas van cambiando: un día querríamos trabajar en una cosa y al siguiente en otra completamente distinta. Como el futuro es nuestro, nos permitirnos el lujo de soñar.

Yo me he imaginado trabajando en muchas cosas distintas, desde científico a deportista profesional, pasando por actriz, cantante y músico. Pero aunque mis planes varíen, hay algo que permanece: mi pasión por escribir.

Agradezco a mis padres que me hayan dado una infancia poco usual: hemos viajado por todo el mundo, conociendo otras culturas y formas de vida. Quizás por ese cúmulo de experiencias, siento la necesidad de analizarlas y compartirlas, pues merece la pena oír hablar de las personase que se han cruzado en mi camino. ¿Oír o leer? Sé que al escribir, mi experiencia permanecerá.

Los artículos e historias se amontonan en mi cabeza. De hecho, creo que no puedo limitarme a narrar mis experiencias. Por eso, cuando salgo a la calle no puedo dejar de imaginarme cómo son y a dónde van los transeúntes, y de la mano de los personajes que voy construyendo logro escaparme a otros mundos, literarios, en los que todo es posible.

He aprendido a disfrutar de todo el proceso de la escritura y no sólo del producto final, es decir, del orgullo de ver mis artículos e historias publicadas. Encontrar y ordenar mis ideas, decidir lo que quiero transmitir en cada trabajo e intentar dar un punto de vista personal y comprometido, positivo y respetuoso, se ha convertido en mi empeño.

Este curso escolar, gracias a Excelencia Literaria, también he empezado a escuchar y aceptar las críticas para aprender de mis errores, aún muy numerosos.

El de la literatura es un camino largo, pero me enriquezco a cada paso. Cuando las palabras se niegan a fluir, encuentro consuelo y ayuda en la lectura, que además de proporcionarme incontables horas de entretenimiento, me inspira al leer lo que otros son capaces de expresar con tanta belleza. Mi libro favorito es “El diario de Ana Frank”, una niña positiva en la peor de las situaciones. Si ella pudo, podemos todos.

No tengo ni idea de cuál será mi futuro. Me gusta pensar que estaré escribiendo relatos, artículos, cuentos, discursos políticos, guiones de cine.... Lo que sea. Pero si la realidad es distinta y mi camino termina siendo otro, tampoco importa. Es lo bueno de escribir: uno siempre puede encontrar un momento para contar una historia e imaginar una realidad paralela, otro mundo en el que sí soy escritora.