VII Edición

Respuesta a la tecnología
evolutiva

Isabel Trius

                  Colegio La Vall (Barcelona)  

<<Abrí la puerta y entré en casa. A la primera que me encontré fue a mi querida abuela, como cada tarde dedicándome la mejor de sus sonrisas. Pero yo no estaba de humor para devolverle ese detalle de cariño, así que me fui directa a la cocina dispuesta a merendar.

Lo reconozco, me comporté como una mala nieta, pero en mi descargo reconozco que no podía más. A duras penas caminaba: me dolía el cuerpo entero por las agujetas. Cómo estaría que, por mucha agua azucarada que tomé, no conseguí recuperarme. Estaba muy cansada.

Me senté en uno de los cómodos sofás de la salita, dispuesta a estudiar, ya que al día siguiente tenía examen de Tecnología. No obstante, el cansancio pudo conmigo y terminé dejando los apuntes a un lado y me dejé caer en un profundo sueño. Al fin mi mente y mi cuerpo se abandonaron al descanso que reclamamaban.

La paz se quebró cuando una alarma sonó por toda la estancia. Descubrí que donde estaba tumbada no era el sofá sino mi cama. Consulté el reloj y me quedé horrorizada: ¡eran las siete de la mañana!. Había dormido durante toda la tarde y toda la noche. Pero, ¿cómo había ido a parar hasta mi dormitorio? Salí rápidamente de la habitación en busca de mis padres.

Mi madre estaba en la cocina preparando el desayuno. “Ayer, al llegar a casa te encontramos dormida en el salón y tu padre, en un arrebato de amor te cogió en brazos y te dejó sobre tu cama... Lo gracioso vino después; el dolor de espalda le ayudó a recapacitar que ya no eres una cría”. Me reí al escuchar aquella cómica situación. Y pensar que, dormida, no me había enterado de nada... Está claro que necesitaba aquel descanso, aunque se me pasó por alto algo importante en lo que no caí hasta llegar al colegio: ¡el examen!

Esto, señorita, es lo único que puedo responder con relación a la pregunta sobre el temario, que usted ha formulado: “Explica la evolución de la tecnología a lo largo del siglo XX”. Espero que me comprenda.

Atentamente,

Claudia González >>.