IV Edición

Curso 2007 - 2008

Alejandro Quintana

Sólo cuestión de fe

Patricia Mendilibar, 14 años

                   Colegio Aura (Tarragona)  

El frío de diciembre calaba nuestros huesos y la humedad propia de Valencia se filtraba por los gruesos abrigos de todos los que, a aquella hora, paseábamos por el casco viejo.

Muchas veces, a los niños se nos ocurren ideas con las que incomodamos a los mayores y aquel fue un ejemplo claro, pues mi hermana, cándidamente, preguntó:

-¿Pero tú crees en los Reyes Magos, Lolis? -sus ojos denotaban impaciencia.

Lolis, mi abuela, me aprisionó la mano como muestra de que ella saldría de la embarazosa situación. Nos detuvimos frente un escaparate y, mientras señalaba un bote en el que se leía “Mermelada de albaricoque”, contestó:

-Marta, ¿tú crees que lo que hay ahí dentro es lo que indica su etiqueta?

Mi hermana asintió sin entender el porqué de aquella pregunta aparentemente estúpida.

-Bien –prosiguió la abuela-, que lo creas es cuestión de fe. Si no crees que en su interior hay mermelada, tú te lo pierdes. La gente a la que le falta fe o, simplemente, la ha perdido u olvidado no es tan feliz. Hasta el día de hoy, no recuerdo ningún año en el que no haya encontrado ningún regalo en el salón, aunque se tratara de un humilde trozo de carbón dulce. Así que no apagues la magia sino aviva su fuego.

Aquel día comprendí que la incredulidad es la vía más rápida para la infelicidad. Por eso, si sospechas que alguien fabula no le des más importancia: alimenta su imaginación.