VII Edición

Curso 2010 - 2011

Alejandro Quintana

Tengo facebook, luego existo

Montserrat Batlle, 14 años

                  Colegio La Vall (Barcelona)  

A veces pienso que la frase de Descartes: “pienso, luego existo”, ha evolucionado hasta sufrir una pequeña modificación: “tengo facebook, luego existo.” Y es verdad. Esta frase es muy gráfica y refleja claramente lo que está pasando, porque tenemos la sensación de que el facebook es vital, indispensable, que sin él no se pueda hacer nada ni ser nadie; que si no tienes abierto un perfil, no te enteras de lo que está pasando a tu alrededor.

Vivimos pensando qué comentarios escribiremos en nuestro muro, con quién hablaremos y qué mensajes enviaremos. Salimos con nuestros amigos y hacemos planes, dispuestos a sacarnos mil fotos y colgarlas luego en la red para que todo el mundo vea que tenemos una vida social envidiable. Muchas esas fotos sólo buscan aparentar lo que no somos.De hecho, hay salidas de las que no disfrutamos porque estamos pendientes de qué fotos hacer para luego presumir del “yo estuve ahí”. Esta es la tiranía de las redes sociales.

Tenemos mil amigos y hablamos con casi todos con muchísima “confianza”, pero a algunos no los hemos visto nunca. No nos damos cuenta de lo que es la verdadera amistad. Vivimos una vida superficial, muy distinta a la real, en la que todo es apariencia. No queremos reflejar la realidad de nuestra persona e intentamos con este medio esconder nuestros defectos y ser distintos a lo que realmente somos.

¿No sería mejor desengancharnos de esta vida cibernética y procurar vivir con la mayor intensidad posible? ¿Por qué no intentamos forjar esa relación de amistad en el día a día, en los pequeños detalles, en dedicar nuestro tiempo, en darnos a los demás, en sonreír cuando nos cuesta, en entregar nuestro consejo, en decir las cosas que pensamos a la cara, sin miedo al que dirán, con confianza? Porque lo que está sucediendo con facebook es que las amistades no son de verdad, que todo lo que se dice es a través de una pantalla y no delante del otro. Todo es más fácil a través de un ordenador. No nos estamos dando cuenta de que las nuevas tecnologías nos destruyen.