VIII Edición

Curso 2011 - 2012

Alejandro Quintana

Todos somos hermosos

Natalia Vilà, 15 años

                 Colegio La Vall (Barcelona)  

El otro día vi un anuncio en la televisión sobre un producto para eliminar los puntos negros. En el spot aparecen dos chicas preocupadas por la perfección de su cutis. Me sorprendió la frase final de una de ellas: <<Ahora la gente se fija en mi y no en mis puntos negros>>.

Sólo pude reaccionar con una carcajada. Al cabo de un rato me di cuenta de lo esquizofrénica que es nuestra sociedad.

A los adolescentes nos afecta la más minima imperfección de nuestro aspecto hasta hacernos distorsionar la realidad, A eso se le llama “complejo”.

Los complejos no sólo se sufren por razones físicas; también nos puede empequeñecer cualquier preocupación que nos baja la autoestima y nos hacen sentir anormales. Nada hay peor que considerarse menos que los demás o que nadie nos entiende.

Es bueno saberse diferente. Gracias al cielo, no somos hombres ni mujeres en serie, nadie es igual que su prójimo. Necesitamos vencer cualquier tipo de complejo, pues los pensamientos negativos sólo nos hacen reaccionar de forma errónea.

Conviene aclarar que en una conversación, el emisor cuando habla con el receptor no suele fijarse en sus imperfecciones faciales, incluso si éste tiene puntos negros. Por tanto, en vez de preocuparnos por nuestros defectos físicos deberíamos fijarnos en nuestras virtudes, que seguro son mucho más abundantes.