XI Edición

Curso 2014 - 2015

Alejandro Quintana

Tres opciones

Nuria de Fuentes, 16 años

                  Colegio La Vall (Barcelona)  

Teníamos tres opciones: convertirnos al Islam, huir o morir.

Nací en Irak y somos cristianos.

No negaré que nuestra situación nunca ha sido fácil, pero en estos últimos años la tensión ha ido creciendo hasta hacerse insoportable. Hay varios grupos yihadistas que nos buscaban para hacernos renunciar a nuestra fe y obligarnos a abrazar el islam.

Mi familia corrió un grave peligro desde el momento en el que los extremistas nos delataron, porque en esa tierra apenas se puede confiar en nadie. Quien menos te lo esperas les va con el paradero de tu escondite.

El marido de una de mis tías es musulmán. Siempre había respetado que no compartiéramos su credo.

Una noche vino para hablar con mis padres con la intención de persuadirlos para que todos nos hiciésemos devotos de Alá, antes de que llegaran los terroristas y nos mataran. Rechazaron su propuesta.

-Antes morir por Cristo que negarle.

La claridad de aquellas palabras alarmó a mi tío, que decidió entregarnos.

Supongo que fue cosa del Cielo que mi hermano oyera una conversación telefónica en la que mi tío pretendía descubrirnos. Enseguida pusimos en marcha el plan de huida que teníamos previsto desde que empezaron las amenazas.

Cuando nos alejamos del pueblo, mi padre recibió en su teléfono un mensaje de mi tío: <<Os encontraremos>>. Más adelante, la luz cegadora de los faros de un coche nos hizo parar. Unos tipos nos animaron a subir. Me dormí en el automóvil. Me desperté junto a mi familia en un barracón de paredes blancas.

Continuamos con vida en un campo de refugiados, esperando a que llegue el momento de salir del país. No estamos solos, Jesús nos protege.