XI Edición

Una cosa en común

Félix Alcalá-Galiano, 14 años

                 Colegio Mulhacén (Granada)  

Alicia tiene veintidós años recién cumplidos. Acaba de terminar el grado en educación primaria. Espera ansiosa, hoy ocho de septiembre, en un aula vacía, la que será su primera clase.

Thomas tiene sesenta y seis y vive en Carolina del Norte. También está en un aula vacía. Escucha, sudoroso y pensativo, el silencio. Es veintiuno de junio y acaban de marcharse los que han sido sus últimos alumnos.

Johannes vive en Munich, tiene treinta y un años. También está sudoroso, pero no en un aula vacía sino en la sala de espera de un hospital. No está enfermo; aguarda ilusionado a que Berta, su esposa, dé a luz a su primer hijo.

Belén estudia, en una biblioteca pública, matemáticas. El doce de junio se enfrentará al examen de Selectividad. Se muere de ganas por acabar tanto esfuerzo. Ella quiere, cuanto antes, convertirse en maestra.

Wilma está en el parque. Mira como Toni y Carlos juegan. Vino de Filipinas a Madrid con veinte años en busca de trabajo. Ahora se dedica a cuidar a esos niños.

Ni Alicia, ni Thomas, ni Johannes, ni Belén, ni Wilma se conocen. Es más, sería extraño que alguna vez se cruzasen sus caminos. Viven en sitios distintos y trabajan en profesiones diferentes, pero tienen una cosa en común: la pasión por educar.