XX Edición
Curso 2023 - 2024
Una sociedad silenciosa
Javier Delgado, 15 años
Colegio Tabladilla (Sevilla)
Faltan conversaciones por las calles de Sevilla, de España, del mundo. Si no se producen es porque quedan tapadas por un ruido ensordecedor. No me refiero a un sonido cualquiera, como el del tráfico, mucho menos el de los pájaros que cantan en los árboles. Me refiero al ruido tecnológico.
Suelo viajar en metro por mi ciudad, y me entristezco al ver que casi ningún pasajero charla con el que tiene a su lado. Solo se escucha el vaivén de los vagones, así como la voz mecánica que anuncia cada nueva parada, el llanto de algún bebé y alguna conversación aislada; apenas hay otros sonidos. Miro alrededor, y en los veinticinco minutos que dura el viaje descubro grupos de amigos, novios, casados… que no hacen otra cosa que consultar cada cual su teléfono móvil. También están los que se encierran en sí mismos al ponerse unos cascos, con una música que los aísla y les impide interactuar con sus semejantes.
Así estamos, y esto no solo ocurre en el metro. ¿Cuánta gente camina por la calle enganchada al móvil, esclavizada por un aparato, vagando como zombis? Nos falta mucho diálogo, conversaciones enriquecedoras que nos ayuden a expresarnos mejor. Con lo sano que es mirar la cara a la gente en una conversación presencial, al contrario que en una llamada, donde los ojos no se rozan, o en los tristemente famosos Meet de la pandemia. Cada vez usamos más WhatsApp o Instagram, aplicaciones en las que no nos preocupamos en usar de manera correcta la ortografía y que son el reino de las abreviaturas más disparatadas.
¿Cuántas conversaciones tenemos en familia? ¿No reina el móvil también durante más de una comida familiar? ¿A caso no usamos los mensajes electrónicos para comunicarnos con alguien que está en la misma estancia?
Ojalá seamos capaces de volver a utilizar la palabra sonora, de sacar temas de conversación en esta sociedad silenciosa, haciendo caso omiso del ensordecedor “ruido tecnológico”.