XIX Edición

Curso 2022 - 2023

Alejandro Quintana

Agua y pigmentos 

Victoria Mellado, 15 años

Colegio Adharaz (Sevilla)

Quienes trabajan conmigo, notan fácilmente mi tendencia a mantener el orden, la organización, a hacer todo lo que esté en mi mano para que salga bien hasta el más mínimo detalle en aquello que me propongo, ya sea un proyecto académico o de ocio. Sin embargo, hay algo en lo que no dejo que la perfección me controle. Es más, en lo que llego a aborrecer esa perfección. Y es que cuando estoy bajo el hechizo de las acuarelas, no hay nada más tentador que guardar la regla y el compás, para salirme con las pinceladas de color de las líneas previamente dibujadas.

Explorar nuevas técnicas y tonalidades es mi único objetivo en el instante en el que observo el papel en blanco, que me brinda infinidad de mensajes que transmitir. Permitirme una pincelada descontrolada, encontrar un pigmento que me parecía imposible añadir a la composición, es el modo con el que muestro mi interpretación de la realidad, pues el arte no representa con exactitud aquello que tomamos como referencia, sino que la belleza se encuentra en lo que queremos revelar y expresar con cada trazo que plasmamos. 

Pintar a la acuarela es mi momento de desconexión, en el puedo gritar con dibujos y colores chillones todo aquello que no consigo decir con la voz. O de tranquilidad, cuando con abundante agua logro expresar un paisaje marino.

Las acuarelas puede que sean mi mejor legado. Cuando peine canas, podré descifrar cada una de mis obras como si fueran las páginas de un diario. Encontrar la perfección dentro de la imperfección de mis pinturas, será mi pasión.