IX Edición

Curso 2012 - 2013

Alejandro Quintana

Así de duro fue

Beatriz Luque, 17 años

                Colegio Senara (Madrid)  

Después de investigar, he encontrado seis nombres que nos suenan: Tim Burton, Guillermo del Toro, Steven Spielberg, Johnny Depp, Bruce Willis y Harrison Ford. Todos ellos son famosos, y todos han tenido su momento de no serlo, aunque ahora parezca difícil de creer. Tres de ellos entraron rápido y fácilmente en la industria del cine: Burton, del Toro y Spielberg, pero Depp, Willis y Ford lo tuvieron mucho más difícil; sólo la suerte y su talento-no-conocido les facilitaron llegar donde están hoy.

Johnny Depp trabajaba como camarero por 25 dólares semanales. Tuvo una infancia complicada y, por sorprendente que parezca, su sueño no era ser actor; él quería ser estrella del rock. Como reconoce, tuvo su “época oscura”, donde se vio arrastrado hacia el robo, el alcohol y las drogas. Entonces se casó y su esposa le presentó al conocido actor Nicolas Cage, que le ayudó a iniciar su carrera profesional. Y sí, tuvo mucha suerte, ¿por qué negarlo? Aunque hay algunos casos, qué difícil ser drogadicto antes de ser actor… Ahí está Johnny Depp para demostrarnos que es posible.

Bruce Willis, por su parte, es alemán. Se trasladó a Nueva Jersey por el trabajo de sus padres. Sufrió el divorcio de los mismos y durante su adolescencia padeció tartamudez, siendo el hazmerreír de sus compañeros de clase, que le apodaron Buck-Buck (en inglés, “sacudidas”). Lo cuenta en su libro “The unauthorized biography”: «Casi no podía hablar. Me tomaba tres minutos completar una sola oración. Era algo abrumador para alguien que quería expresarse ante los demás, y que quería ser escuchado pero que simplemente no podía. Era espantoso. No fue sino hasta cuando asumí el rol de un personaje, en una obra de teatro, que perdí el balbuceo. Fue fenomenal». Tiempo después hizo el casting para el protagonista de “El primer pecado mortal”. Se llevó una gran decepción cuando, tras haber sido elogiado por sus roles en el teatro, le dijeron que no servía como actor. Consiguió un hueco como extra, y se le ve en segundo plano saliendo de un bar. Pero siguió luchando, hasta conseguir su primer papel como protagonista en la gran pantalla con la película “Cita a ciegas”.

Harrison Ford siempre quiso ser actor, pero no conseguía ningún papel importante. Como tenía que mantener a su familia, dejó su sueño del cine y abrió una carpintería. El director George Lucas decidió comprar nuevos armarios para su casa y entró en la tienda de Harrison. Allí, Ford le contó su sueño frustrado y Lucas decidió contar con él para sus próximas películas: “American Graffiti” y “La Guerra de las Galaxias”.

¿Por qué escribo todo esto? Porque quiero demostrar que se puede conseguir lo que sea, por muy difícil que parezca, a base de perseverancia, amor propio y trabajo. Ante cualquier meta que nos propongamos, siempre encontraremos gente con más suerte que -sin obviar su trabajo- llegarán más fácilmente allí donde nosotros queremos. Pero eso no quiere decir que no podamos conseguirlo. Un exdrogadicto, un tartamudo y un carpintero lo consiguieron.