Sara Yin, del colegio IALE (Valencia), tiene diecisiete años y admira “Contra el viento del norte”, del novelista austriaco Daniel Glattauer, pues es un excelente texto de iniciación lectora. Cree que es una lástima que los jóvenes no lean a causa de otras distracciones que exigen menos esfuerzo. Le encantó la adaptación cinematográfica de “Matilda”, de Roald Dahl, y se considera comprometida con la defensa del medioambiente y la lucha contra la hipocresía. En su literatura aparece la confianza en uno mismo y el respeto hacia los demás.

Araceli, a los doce años, se ha convertido en la alumna más joven en ganar Excelencia Literaria. Ha estudiado en el colegio Alcazarén (Valladolid). Le gustó la lectura de “El niño con el pijama de rayas”, del irlandés John Boyne, con el que aprendió que la amistad puede surgir en cualquier situación. Piensa que la lectura en soporte digital puede ofrecer mayores incentivos a los jóvenes. Sueña con ser médico y confía en su capacidad para adaptarse y sabe divertirse, lo que aparece en sus escritos a través de valores como el compañerismo y la alegría.

Marta Osuna tiene quince años y estudia en el colegio Monaita (Granada). No deshecha ninguna novela de las que ha leído porque <<en todas ellas hay alguna página que desearía releer>>. Disfrutó con la adaptación cinematográfica “Un paseo para recordar”, del norteamericano Nicholas Sparks. <<Me revienta que tanta gente se queje pero no haga nada por mejorar el mundo>>, confiesa. Y sueña con escribir un libro que ayude a provocar un cambio positivo en la actitud de sus lectores. En sus escritos encontramos la importancia del amor y el valor del perdón.

Lourdes Zurita, de diecisiete años, ha estudiado en la Escuela Zalima (Córdoba). Recomienda la novela “Finis mundi”, de Laura Gallego, pues está convencida de que para convertirse en un buen lector lo primero es divertirse con una novela, aunque pone matices, especialmente con los libros de Federico Moccia, porque recurre a los tópicos. Le gustó la adaptación al cine de la primera entrega de “Los juegos del hambre”, porque respeta el texto original, y disfruta al escribir porque es capaz de transmitir sus pensamientos.

 

Cristina Rodríguez del Toro, colegio Altozano (Alicante), tiene quince años. Disfrutó con la novela de corte romántico “Blanca como la nieve y roja como la sangre”, del italiano Alessandro D’avennia, pues a través de una historia de amor nos enseña muchas cosas acerca de la vida. Se siente crítica contra la avaricia y la hipocresía que tantas veces descubrimos en nuestra sociedad, y en su literatura pretende dar cabida al optimismo, a los ideales y a la defensa de la vida.

 

Almudena Molina, de diecisiete años, es alumna del colegio Senara (Madrid). Lectora asidua de “El prinicipito”, del francés ANTOINE DE SAINT-EXUPERY, pues <<en su aparente sencillez nos muestra la grandeza del ser humano>>. Pide a los adolescentes que no se dejen llevar por las modas y que se sienten a disfrutar de una buena novela. Es crítica con la pérdida del sentido más profundo de la vida, con aquellos que ven en el dinero el principal objetivo y con la indiferencia hacia los demás. Por eso en sus escritos es fácil apreciar el valor de la vida, el deseo de mostrar la fortuna de vivir y la capacidad de superación.

 

Manuel Ruiz-Castro tiene quince años y es alumno del colegio El Prado (Madrid). Sugiere a los jóvenes <<que prueben a engancharse a algún buen libro>> como prueba infalible para convertirse en lector habitual. Disfrutó con la adaptación cinematográfica de “El niño con pijama de rayas” y se siente crítico frente a los debates educativos y los vaivenes de la política. Cree que necesitamos más sentido del humor y se enfrenta en sus escritos al egoísmo y la ambición desmedida.

 

Paula Maher, alumna del colegio Montealto (Madrid), es lectora de Jane Austen, pues considera que, a pesar de la distancia, sus novelas románticas resuelven conflictos actuales, como la búsqueda de una segunda oportunidad en el amor por personajes con los que el lector se identifica sin dificultad. Cree que es una pena que los adolescentes piensen en la lectura como una obligación académica y disfrutó con la adaptación de “Sentido y sensibilidad de la BBC. Se opone a la deshumanización de la mujer convertida en objeto, pues en su literatura los personajes femeninos reflejan un espíritu fuerte pero sensible. Otro rasgo de sus escritos es el “orgullo de pertenencia”. Ganar Excelencia Literaria le ofrece la oportunidad de conocer gente a la que le apasiona la lectura y la escritura creativa.