IX Edición

Curso 2012 - 2013

Alejandro Quintana

Circunstancias sociales

Anna Hohnrath, 16 años

                  Colegio Iale (Valencia)  

Basta echar un vistazo al mundo, para caer en la cuenta de que no todos tenemos las mismas oportunidades ni la misma suerte. Algunos nacen repletos de ventajas. En cambio, otros carecen de esos privilegios y deben resignarse a un marco familiar, social, cultural y económico muy distinto, aquel que les ha tocado.

Antiguamente, los primeros serian considerados “privilegiados” y los segundos, “desgraciados”. Hoy, podríamos llamarlos “los que tienen” y “los que carecen”.

Los jóvenes que hemos llegado al mundo en circunstancias óptimas, no tenemos más que responsabilidades mínimas y vivimos el presente a lo loco, sin pensar en proyectos futuros y, lo que es peor, sin atender a las necesidades de los demás.

Aquellas personas que carecen, se pueden preguntar <<¿por qué yo?>>, sin encontrar la respuesta, pues les gustaría disfrutar de bienestar y aportar esperanza al mundo. A pesar de todo, muchos de ellos consiguen realizarse personalmente de acuerdo a las circunstancias que les ha tocado vivir.

Aunque nadie pueda elegir de dónde viene, sí que podemos decidirnos a hacer frente a las dificultades con la lucha diaria eligiendo, entre todas las posibilidades que la vida nos reserva, la mejor para realizar nuestro proyecto fundamental de vida.

El que lo tiene todo y no se molesta en esforzarse, el que no cree en nada porque todo le da igual, el que presume de lo que los demás no tienen, el que genera conflictos, el que no sabe ni quiere saber… carece de lo esencial: la base humana. Si las personas que tenemos posibilidades nos quedásemos aquí, viviríamos en una gran burbuja.