XIX Edición

Curso 2022 - 2023

Alejandro Quintana

De viaje en viaje 

Mar Dolz, 17 años

Colegio Iale (Valencia)

Las noches anteriores a un viaje apenas puedo conciliar el sueño. Los nervios y la emoción ante la posibilidad de conocer un lugar lejano, son incomparables a cualquier otra sensación. Esos días, mi casa parece un tornado: todos vamos corriendo de una habitación a otra en busca de las maletas, del neceser, de un libro para llenar las horas de vuelo en avión… Mi padre nos recuerda, una y otra vez, el tiempo atmosférico que tendremos en nuestro destino, imperturbable al cansancio de tener repetir la misma retahíla para que no llevemos ropa de más. Mi madre aprovecha para revisar papeles, para desplegar mapas sobre la mesa del comedor y para contar la moneda extranjera que ha cambiado en el banco.

Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras, en lo superficial, lo profundo, lo cultural y lo psicológico. Además, me permite conocer a gente muy distinta a la que forma mi vida habitual. Hacer amigos en lugares remotos es uno de los mayores regalos que me ha otorgado la vida.

Cada país que he visitado me ha enseñado algo nuevo, me ha ofrecido la oportunidad de explorar sus tradiciones, sus paisajes, sus infraestructuras y su flora y fauna, ayudándome a expandir mis horizontes. Y he comprendido la importancia de descubrir diferentes culturas, costumbres, formas de vivir y de pensar.

No solo agradezco a mis padres concedernos el privilegio de explorar el mundo a mi hermano y a mí, sino que nos hayan permitido desplazarnos en avión de un sitio a otro, en pocas horas, lo que nos acompañará durante toda la vida.

No se debe desperdiciar la oportunidad de viajar. Hemos de explorar la tierra que nos rodea, aprender, sin apriorismos, de los demás y de los lugares que habitan, para desarrollarnos como mejores personas.

Si tengo la fortuna de seguir practicando esta pasión, a medida que vayan pasando los años me daré cuenta de que aquel mundo que antes parecía inmenso, lo tendré en la palma de la mano.