XIX Edición

El arte de la docencia 

David Bertran, 17 años

Colegio Mulhacén (Granada)

Don Ramón era un hombre serio y dedicado, siempre dispuesto a transmitir sus conocimientos a sus alumnos. Sin embargo, ninguno de ellos sabía que de pequeño había odiado el colegio.

Un día, en el aula, uno de sus alumnos le preguntó:

–Don Ramón, ¿siempre le ha gustado estudiar?

–Bueno… –dudó–, no siempre.

–¿Por qué? –quiso saber otro de los estudiantes.

–Os lo explicaré –carraspeó antes de tomar aire–. No es que odiara el aprendizaje en sí mismo, pero no soportaba la forma en que nos enseñaban cada una de las asignaturas. Me aburría pasar las horas memorizando fórmulas, fechas, definiciones… sin entender cuál era su aplicación práctica.

–¡Eso es justo lo que nos pasa a muchos de nosotros! -se quejó un muchacho de la última fila de pupitres, con evidente frustración.

–Lo sé –le dijo don Ramón con una mueca comprensiva–, y por eso trato de hacer las cosas de manera diferente. Yo quiero que ustedes aprendan, pero también quiero que se diviertan y encuentren un sentido a lo que están estudiando.

–¿Y cómo lo hace? –preguntó el primero de los alumnos.

–Si analizan lo que viene sucediendo desde que empezó el curso, descubrirán que en vez de contentarme con dictarles la teoría, trato de que descubran las cosas por sí mismos –se sentó en la punta de su mesa–. ¿Acaso no les planteo problemas y desafíos que los obliguen a investigar y a aplicar lo que han aprendido? Además, trato de relacionar lo que les enseño con la vida real, para que vean que el conocimiento siempre es útil.

La clase entera se quedó pensando en lo que acababa de decir el profesor. Aunque hasta junio tenían mucho camino por recorrer, sintieron que con don Ramón el aprendizaje era algo diferente, incluso emocionante.

El profesor sonrió, satisfecho de haberles confesado aquel secreto de su infancia. A pesar de que había odiado el colegio cuando era niño, impartir clases le había conducido a intentar cambiar las cosas, para que sus alumnos tuvieran una experiencia diferente a la suya.