IX Edición

Curso 2012 - 2013

Alejandro Quintana

El vuelo

Miriam Juan Pujol, 16 años

                 Colegio La Vall (Barcelona)  

Desplegó sus bracitos como si fueran anchas alas y entrecerró los ojos, para convertir el recinto de arena en un cielo inabarcable. Primero fue un paso inseguro; después, otro más resuelto, una pequeña carrera y…

Aunque aquel día había amanecido calmo, sentía cómo el aire le besaba las mejillas y le alborotaba el pelo, al tiempo que sus pies dejaban de sentir la atracción del planeta sucio y viejo. Imaginó que volaba sobre la ciudad, vislumbrando desde lo más alto las pequeñas cabecitas de la gente. Soñó que saltaba sobre nubes de algodón, que tocaba las estrellas y se balanceaba sobre la luna. Podía volar donde quisiera porque su imaginación no tenia límites. Además, nadie podría impedirle aquel juego.

En su alma pequeña cabían mil y un vuelos sobre el mundo de los adultos, vuelos que jamás tendrían final.