IX Edición

Curso 2012 - 2013

Alejandro Quintana

Error de cálculo

Carlos Montes-Avila, 16 años

                Cardenal Spínola (Barcelona)  

La teoría de la relatividad de Einstein, establece que “el tiempo absoluto no existe, ya que la duración del suceso depende de la velocidad del sistema en que se realiza”.

Llevado este principio a la vida cotidiana, podemos decir que el resultado de lo que hacemos no depende tanto del tiempo que invertimos sino de la manera en que lo realizamos. Tengo la sensación de que pocos se fijan en este detalle tan importante.

En el mundo académico, por ejemplo, no hay una relación directa entre el “resultado” y el conocimiento adquirido mediante las “horas” que hemos destinado al estudio, sino que depende de la forma y de la concentración que pongamos delante de los apuntes y los libros. El televisor encendido, el ordenador, el Mp3 o el móvil son variables que disminuyen nuestro rendimiento, como en cualquier trayecto los semáforos y el tráfico alteran nuestra hora de llegada, razón por la que existen las rondas y metros en las grandes ciudades.

Este pequeño error de cálculo (igualar resultado con las horas; tiempo y espacio recorrido, hace variar nuestros objetivos y metas en la vida.

Cuánto tiempo desperdiciamos, tirados en el sofá, chateando, curioseando Facebook, Twitter, Tuenti,… Y luego nos quejamos de que no tenemos tiempo para cumplir nuestras obligaciones: estudiar, ayudar a los demás, formarnos… Por ejemplo, si pasamos las vacaciones de verano sin hacer nada de provecho, llegará septiembre y echaremos la mirada atrás sin ver nada más que tiempo perdido.

Repito, lo importante no es el tiempo sino el hecho. Por tanto, no te preocupes por el paso del tiempo; preocúpate por lo que estas haciendo en cada momento.