IX Edición

Héroes de verdad

Ariadna García, 14 años

                   Colegio Alcazarén (Valladolid)  

-¡Como te pille…!

Es lo que me encontraba gritando por casa, mientras corría para atraparla.

La que era responsable de aquel jaleo, cómo no, era mi hermana pequeña, pues había hecho una de sus trastadas.

Como he señalado, me disponía a hacérselo pagar cuando la pequeña se cayó al suelo y empezó a moverse muy inquieta.

Al principio me lo tomé a broma. Pensaba que estaba intentando librarse de mi castigo. Pero me di cuenta de que no era así, de que no podía levantarse. Llamé alarmada a mi madre y la llevamos, tan rápido como pudimos, al hospital. Por suerte, vivimos cerca.

En la sala de espera, me puse a leer para intentar escaparme de la realidad. Sólo encontré un cómic en la zona infantil, y trataba sobre unos héroes de una tal Liga de la Justicia.

De pronto apareció mi madre, con el rostro brillante de lágrimas. Se dirigió a mí, rápida y seca:

-Tu hermanita está mal, muy mal. Tiene un tumor… Es tan pequeña…

Cuando al fin pude verla en una habitación, me encontré su cálida sonrisa, a pesar de estar rodeada de tubos y cables enchufados a máquinas.

-¿Qué tal estás? ¿Te encuentras mal? -le pregunté conteniendo mis lágrimas.

-¡Me encuentro genial! Cómo voy a estar mal si no tengo que comer nada que no me guste. Además, mientras esté aquí no tengo que ir al cole –me contestó inocentemente.

Entonces me di cuenta de que seguía llevando el cómic entre mis manos. Mi hermanita era tan fuerte y tan valiente como esos héroes de ficción.