IX Edición

Curso 2012 - 2013

Alejandro Quintana

Jarno Trulli y el gran polaco

Lirios de Fátima Cantó, 14 años

                 Colegio Altozano (Alicante)  

Hace poco asistí a una charla de formación para preparar la Confirmación. Versó sobre las personas famosas a los que no les importa demostrar públicamente que creen en Dios. Entre los que surgieron, recuerdo los nombres de Tamara Falcó y de los Jonas Brothers, pero no voy a hablar de ellos. Mi artículo va dirigida a Jarno Trulli, un corredor de Fórmula 1 que no salió a colación en la famosa charla, pero que al igual que muchos otros es cristiano católico y practicante. Al enterarme, me dio mucho en qué pensar porque tras la muerte del Papa Juan Pablo II, colocó en su casco una pegatina que rezaba: “Gracias Papa”.

Una persona une a otras dos -a Trulli y a mí-, tan lejanas y sin nada que ver la una con la otra. Pero es que Juan Pablo II unió a miles de millones de hombres. Entre otras cosas, institucionalizó unas jornadas para mantener unida a la Iglesia joven (y no tan joven): las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Pero no fue lo único que me conmueve de este gran polaco: perdonó al terrorista cuyo objetivo fue arrebatarle la vida e hizo que millones de hombres y mujeres dieran un nuevo sentido, trascendente, a la vida.