XII Edición

Curso 2015 - 2016

Alejandro Quintana

Maleducado

Cristina Febrer, 14 años

                  Colegio La Vall (Barcelona)    

Julia fue a cenar a casa de su mejor amiga. Se sentía un poco extraña en esa mesa tan larga, ya que la familia era muy numerosa. Quizá también se sentía extraña porque uno de los hermanos no dejaba de observarla, a ella y a su plato.

No hizo caso del chico y escuchó a la madre, que explicaba otra vez cómo conoció a su marido. Había sido la invitada quien lo había preguntado. No les importó compartirlo con ella, pues sentían que era parte de la familia.

En medio del relato, aquel hermano que la había estado observando se levantó bruscamente y abandonó el comedor.

<<¡Maleducado!...>>, pensó Julia. ¿Cómo podía marcharse así, sin más, en el momento en el que su madre relataba el pasaje más bonito de su historia de amor?

Nadie dijo nada, lo que a Julia le extrañó. Pero trató de olvidarse de aquel suceso y continuó escuchando a la madre. Embobada, se acercó el tenedor a la boca y falló, ensuciándose la mejilla.

<<¡Seré tonta…!>>, se dijo a sí misma al tiempo que cogía la servilleta.

Su expresión se cubrió de vergüenza al descubrir que no se la habían puesto. Miró al resto de los comensales; todos ellos tenían su propia servilleta, así que alargó el brazo para tomar la de su amiga. En ese momento sintió que alguien se le acercaba por detrás.

Murmuró con timidez un <<gracias>>, pensando que aquel muchacho no era maleducado en absoluto.