Emma, que tiene corazón de artista, ha participado en varias ediciones de Excelencia Literaria, lo que le ha dado la posibilidad de escribir y publicar numerosos relatos. Ha leído buena parte de la obra de J.K. Rowling: <<La serie de novelas de Harry Potter me emocionó tomo a tomo>>. Cree que la lectura <<te transporta a otros lugares en los que te conviertes en protagonista al vivir las novelas en primera persona>>. Devora los libros que le recomiendan en el colegio y los que encuentra en librerías y bibliotecas. Trabaja para desarrollar su propio estilo como escritora y piensa que Excelencia Literaria <<me ofrece una oportunidad extraordinaria para dar lo mejor de mí>>

Alejandro (1998) recomienda la lectura de “El viejo y el mar”, de Ernest Hemingway, que como la mayoría de sus novelas favoritas cuenta con una adaptación al cine, que es su pasión dominante. Sueña y trabaja duro para convertirse en director de cine, arte en el que ya ha experimentado el sabor de las mieles gracias a su primer cortometraje. Caicedo está persuadido de que a través de sus escritos <<puedo transparentar la honestidad con la que me enfrenta a cada una de mis tareas>>. Después de unos cuantos años participando en Excelencia Literaria, le ha llegado el momento del éxito.

Cuando uno se encuentra con Teresa (1999), es fácil descubrirla con una libreta en la que va desgranando los versos de sus poemas, porque es el la poesía donde encuentra la voz para expresar su mundo interior. Además, le acompaña un espíritu crítico con el que observa el mundo y saca sus propias conclusiones. Admira a la joven poeta Loreto Sesma, y ante todo lo que se puede encontrar en una biblioteca, aconseja <<escoger bien>>. En Excelencia Literaria <<he encontrado, sobre todo, buenos amigos. Además, las Jornadas en la Universidad de Navarra se han convertido en uno de mis mejores momentos del año>>. Por último, Teresa Veintimilla confía en su <<gran potencial>> como articulista de opinión.

Teresa Olmedo (Madrid, 2000), se confiesa admiradora de Gillian Bradshaw, autora de “El faro de Alejandría”. Está convencida de que leer <<te lleva a mundos nuevos, te amplía los horizontes vitales y te ayuda comprender puntos de vista diferentes a los tuyos>>. Teresa dedica varias horas diarias al ejercicio de la lectura. Respecto a la información, le gusta contrastarla para no dar por bueno todo lo que dicen los medios de comunicación. Cree que a través de sus piezas literarias <<puedo transmitir los valores que he aprendido en mi casa y en el colegio, como el compañerismo, la sinceridad, el servicio a los demás…>>. Eso sí, nunca creyó posible que fuera a ser una de las ganadoras de Excelencia Literaria.

Clara nació en 1998 y se declara admirada por “Marina”, la que hasta el momento es la última novela juvenil de Carlos Ruiz Zafón, pues cree que el autor consigue identificar muy bien al lector con los personajes, de tal modo que resulta imposible interrumpir la lectura. Clara considera que leer <<es la mejor manera de aprender, así como una forma de entretenimiento bastante económica>>. Al escribir ella saca a la luz todo aquello que normalmente no es capaz de expresar, al tiempo que crea un mundo a su medida. <<Soy crítica con el pesimismo que envuelve nuestro mundo y creo en el valor del esfuerzo>>. Además, considera fundamental <<utilizar buenos argumentos para defender causas que merecen la pena>>.

Cristina Espiau nació con el siglo XXI y es una lectora de todos los días: <<al menos leo hora y media antes de irme a dormir>>, reconoce, y aún más tiempo durante los fines de semana. Además, intercambia novelas con sus amigas, que le ayudan a expresarse a la hora de escribir artículos de opinión, en los que <<quiero dar a conocer a mis lectores que hay muchas cosas que se pueden mejorar>>. Se queja de que <<en las redes sociales, al escribir se abrevian las palabras, maltratando el lenguaje>> y es lectora habitual de periódicos. Le gustaría que los colegios, en general, tuviesen mejores bibliotecas con un servicio de asesoramiento para las lecturas.