XIX Edición

Curso 2022 - 2023

Alejandro Quintana

Mi caballo tiene
la respuesta 

Naiara Martínez Estrada, 16 años

Colegio Iale (Valencia) 

Si me preguntan quién soy, respondo con mi nombre, con mi dedicación (el estudio, claro) y con mi pasión (la competición de doma clásica). Creo que son las tres realidades que me definen. Entre otras cosas, porque si me faltara, por ejemplo, la parte de mi vida que dedico a la equitación, no sería una persona completa.

Desde niña he sentido una atracción especial por el cuidado de los animales. Por eso, no me costó decidirme por el caballo. Los equinos reúnen muchas cualidades: fuerza, velocidad, agilidad, nobleza e inteligencia, y junto a su jinete forman un binomio perfecto.

Al empezar en este deporte, me dijeron que por descontrolar mis nervios no podría montar, pero sabía que la doma iba a ser mi pasión y decidí luchar por controlarlos.

Con el paso de los años, me introduje en la competición, un entorno de mucha exigencia que requiere compenetración con el caballo y cierto grado de madurez. Mi nuevo y actual entrenador apostó por mí para llevarme a la cúspide de estos concursos. Pero todavía cargaba a mis espaldas con el miedo y los mismos nervios. 

Los jueces evalúan la compenetración, la presencia y la elegancia del rocín y su jinete en la pista de competición. En el momento en que escucho que dicen por el megáfono: <<A pista Gifniks, montado por Naiara Martínez>>, el estómago se me hace un nudo y me pasan mil cosas por la cabeza. Entonces  miro a mi caballo, lo que me hace recordar el motivo por el que elegí este sueño, la pasión que le tengo a la doma y a los animales. 

El vínculo que se crea entre un corcel y una persona es  maravilloso, pues una mirada de complicidad se entiende todo. Por eso, este no es mi deporte, es mi manera de vivir, que se basa en la lucha diaria.