XII Edición
Curso 2015 - 2016
Mi ídolo
Julia García, 16 años
Colegio Iale (Valencia)
En algunos momentos de la vida, no siempre nos parece que la persona más importante sea aquella a la que más amamos. Sé que puede resultar chocante, hasta que indique que me estoy refiriendo al conocido como fenómeno de los “fans”, capaces de coger “carretera y manta” para acompañar a su ídolo de concierto en concierto, aceptando las largas colas a la puerta de los estadios y las plazas de toros, las noches al raso y los incómodos viajes en autobús o en tren.
Mi ídolo, la persona a la que más admiro, es el cantante Ramón Melendi. A pesar de su fama, creo que mucha gente no lo conoce de verdad. Es decir, conocen al personaje televisivo, al cantante, pero apenas saben nada de la persona. Melendi es, entre otras cosas, un poeta. Las letras de sus canciones son, para mí, obras de arte. Lo que me atrapó fueron esas letras, las historias que cuenta sobre el aprendizaje de la vida o, por ejemplo, sobre los amores de verano. Para mí eso es lo que marca la diferencia respecto a otros cantantes, lo que me ha llevado a preferir su música.
Detrás de él hay miles de personas a las que él llama sus “guerreros”, entre las que me encuentro. Muchos de ellos nos hemos convertido en grandes amigos. Hay gente que me previene: «ten cuidado», «no sabes quiénes son»... Pero hasta ahora he tenido la suerte de conocer a muchos que son quienes decían ser.
Como todo lo que en la vida despierta nuestra ilusión, los que tenemos un ídolo (ya sea cantante, escritor, actor, humorista o youtuber) compartimos el sueño de poder estar lo más cerca posible de esa persona, aunque solo sea unos segundos. Hace un año logré hacer realidad mi sueño durante una firma de discos a la que acudí por la mañana. La cola de admiradores salía desde las puertas de la FNAC y no hacía, precisamente, muy buen tiempo, pero la experiencia resultó inolvidable. No pasé con él más de cuarenta escasos segundos, pero valió la pena.
A pesar de que no todo el mundo entiende las razones que nos llevan a actuar de esta manera, para los “fans” este tipo de vida supone todo un reto y una superación, que nos permite conocer gente y lugares que de otra forma nunca se cruzarían con nosotros.