XIX Edición

Curso 2022 - 2023

Alejandro Quintana

Mirar o contemplar 

Aroa López, 16 años 

Colegio IALE (Valencia)

Mientras caminaba por la acera hacia el colegio, no dejaban de aparecer flashbacks en mi cabeza sobre lo que había ocurrido hacía unos instantes. Lo que juzgué importante, a mi madre solo le había parecido un detalle insignificante: un dibujo que con ilusión mi hermana pequeña le había regalado y que ella había acumulado junto a otros muchos que tenía sobre la mesa. Sin embargo, bastaba abrir la puerta de su despacho para encontrarse, enmarcado y en la pared, el título del doctorado de mi hermana mayor. 

Pensé en la expresión de mi hermana cuando vio el destino de su dibujo. Ella había hecho un esfuerzo por agradar, y mi madre solo fue capaz de ver que la pequeña había estado matando el tiempo. Reconozco que solo fui una espectadora pasiva del momento, pero llegué a la conclusión de que estamos destinados a ser valorados únicamente por aquellos que consideran que merecemos ser contemplados. Por tanto, deberíamos aprender a no conformamos tan solo con mirar, sino distinguir todo aquello que es digno de ser observado. 

Al volver del colegio, fui directamente al despacho, donde sabía con seguridad que mi madre estaba trabajando tras el ordenador. Mi sorpresa fue supina, pues allí estaba también mi hermana, que me hizo un gesto para que apreciara que su dibujo se encontraba en un hueco destacado de la pared del fondo. Entendí entonces, con gran alivio, que mi madre había comprendido que mi hermana necesitaba que la contemplara.