IX Edición

Curso 2012 - 2013

Alejandro Quintana

Navidad Permanente

Teresa Hernández, 14 años

                  Colegio Monaíta (Granada)  

Me entristece pensar que tenemos que esperar todo un año para vivir en un ambiente un poco más alegre que el que ofrece la cotidianidad, y es que cuando realmente “nos portamos bien” es en Navidad. En esa época del año todo el mundo se contagia de generosidad e intenta complacer a sus seres queridos con regalos, aunque hay quien piensa -y en cierto modo, es verdad- que más que un espíritu navideño, el final de diciembre y el principio de enero se han convertido en ocasión para consumir sin freno. También estamos los que creemos que en esas fechas todo el mundo procura ser más considerado con los de su alrededor. El hecho de que las familias dejen a un lado sus diferencias y se reúnan a celebrar, que se hagan regalos y que se pongan de acuerdo para darse sorpresas agradables, indica que la Navidad es una de las épocas más felices del año.

¡Qué contentos estamos todos el 24 de diciembre y cómo se desvanece esa alegría a partir del 7 de enero! ¿No nos compensaría mantener esa alegría durante el resto del año?

La positiva sensación que nuestros actos buenos producen en los demás, es la misma que la que un niño siente la mañana de Reyes. Por eso deberíamos levantarnos cada mañana como si fuera 6 de enero, convertirnos en Reyes Magos para los demás.